El poder que reside en los cuatro elementos es infinito. En cualquier momento tienen algo que enseñarnos o nos traen energías para ayudarnos a avanzar en el camino de la vida. Aquí tienes una meditación basada en ellos y aquello que te pueden aportar.
Y la meditación dice así:
Preparativos: busca un lugar tranquilo, enciende una vela y apaga la luz. Siéntate en un lugar muy cómodo, y si te fuera posible procura hacerlo con las piernas cruzadas en la típica posición de meditación. Si lo deseas puedes poner algo de música que te inspire buenos y maravillosos sentimientos.
Relajación: ahora intenta relajarte todo lo que puedas. Respira profundamente tres veces. Siente que al inspirar te llenas de una energía de luz y al espirar expulsas todo lo negativo de tu cuerpo, que se ve totalmente desintegrado.
Campo verde: cuando te sientas lo suficientemente relajado, es el momento de llevar tu imaginación y tu mente a un bonito prado verde donde brille el sol y la temperatura sea estupenda. Túmbate en la hierba y respira profundamente. Estás todavía mucho más relajado y estás feliz. Sonríe.
El fuego: es el momento de empezar a trabajar con el fuego. Ponte de pie en la hierba y mira al horizonte. En ese momento verás una fogata de fuego. Una llamarada más grande que tu está brillando en ese horizonte. Acércate a ella. Vas a ser purificado, tus energías pesadas van a ser eliminadas. Para ello imagina que entras justo en el centro de la llama y todos esos malos recuerdos, esas malas sensaciones que hay en tu interior son quemadas y hechas cenizas. Esas cenizas van a fertilizar todo lo bueno que hay en ti. Son abono para tu felicidad. Tómate todo el tiempo que necesites.
El aire: cuando te sientas preparado para salir de la llama del fuego, empieza a sentir como una leve brisa te traspasa. El aire se hace cada vez más y más fuerte, tanto que es capaz de levantarte del suelo y permitirte volar. Gracias a ese viento, te sientes ligero y libre para hacer aquello que te traiga felicidad a tu vida. Tómate todo el tiempo que necesites para meditar la sensación.
La tierra: a continuación ve bajando a la tierra lentamente. Písala con fuerza y visualiza una gran roca en el horizonte. Acércate a ella, tócala y abrázala. Cuando la abraces recibirás toda su fortaleza, su firmeza y su estabilidad para tu vida. Tómate todo el tiempo que necesites para recibir esa energía.
El agua: a continuación dale un beso a la roca y visualiza una catarata de agua cristalina. No te lo pienses dos veces y entra en ella. Siente como el agua te penetra y empieza a llenar tus sentimientos con chorros de amor. Ese agua, es amor, así que déjate inundar por ella. Tómate el tiempo que necesites para meditar sobre ello.
Cuando sientas que ya te has colmado es el momento de salir de la meditación. Solo respira profundamente tres veces y abre los ojos.
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